Otoño Invierno 2003


Repto la tiniebla
insistencia
en estómago contenido.
Sitiada la tersa explañidera
locuaz molusco sin aire herido
la extranjera lástima
el ardor de un salto.
Queriendo incoloro,
queriendo atroz marca invertebrada,
voz del mar,
sordo intento decir las horas.
.
.         .
.
Cientos de veces nada
nada entierran
el canto pesado del humo
la inmiscuida bárbara solitaria
.
.        .
.
Sigilosa la interminable
de vientre hambriento la porosa trenza
si acaso pudiera vacilar un silencio la interminable agotado.
Me arrimo al timbre templado de un tiempo oscuro
es la medianoche flaqueza
discurrir torpe embudo
quisiera entonces desatornillar esa trama
empuje o cabeza.
Siento el mundo cerca de mi piel.
Erizome.
.
.          .
.
Lengua trenzada
ni habiendo la palabra
ni restando al tiempo.
Quemo instiado ser
quemo la destructiva y blanca subterránea,
la aurora vocal y del mirto
ceguera malla silencio tras mis ojos.
El primer esfuerzo la mañana,
nuevamente cada día
 la mañana el esfuerzo.
Brecha es sangre que corre
en mis pies corre.