Invierno Primavera 2002


Tendido sobre un murmullo, trastos de pies a cabeza,
el repiquetear de esferas sólidas marrón y brumoso.
Zona, deslinde, prístinas murallas, trópicos encendidos,
linaje muerto, seda escarpada, araña que teje mi sombra.
Palabra "murmullo" sobre un cielo tendido sobre un molde abismal.
Oquedad de un rastro de un soplo de un rostro de un letargo.
Tendido sobre la sal de una ola
completamente buzo, abisinio.
Palabras que trae la marea palabra "marea".
Mirto, miento, miento
Asideros que yacen luminosos, que desfogan en un canto
coinciden, tendido, un murmullo, de pies a cabeza,
es mi voz.

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Tiembla, tiembla el sol
y yo, me contengo la risa
acariciando mi cuerpo
solo.
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Así de rameras
lapislázuli en la frente
octoedro repetitivo
salvo tu vida
grises cierres
grises sienes
impecable.
Nocturnidad
páramos eléctricos
vacío mundo
vacía sed.
Limo es tu pérdida.
Grito: hay que fijar este espacio y este espejo, despacio!
He dicho que me quiebro en voz, sin márgenes, sin ti.
¡He dicho que me quiebro y en mi alma hay que lijar este espacio!
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Lugar, palabra "lugar", ese charco en el que hundes
tus pies y al bajar la mirada el cielo
sirve de fondo a un rostro muy, muy parecido al tuyo-
Llano químico, llano espeso, palabra "llano"
terso torso desnudo
que nunca duerme y esquivo de enojada luz.
Bramante bramido
me duele a horcajadas.
Tu necia barbilla, tu derroche de sienes, tu omnubilada faz cargada.
hasta aquí hasta donde imperceptibles chasquidos
¡hunden cimientos!
Si hay espesor, si hay espesas tenazas, si llueve en la espesura,
si me esperas, si a tientas me esperas,
si me besas ¡qué llano! ¡que ya no!
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Palabra "tú"
desde un horizonte, tuya es tu voz,
soñada, así de intocable, soñados tus labios sobre los míos,
tus besos sobre mi indefensa criatura.
Te cierras entre los días que me dejan, te encierras en mi abandono.
Así me retienes, así obedezco a tu huida.
Arder
hurto la sombra
arder de ti
adicto océano
ardid embustero
mancha gélida
interminable
interminable
Circular de pies a cabeza, tus codos fotografío,
tu limbo se acelera rasgado, colérico.
Gime que mi lengua se amarra a tu cubierta,
gime que mis dedos quieren ocupar el espacio que tú ocupas,
gime que te estoy mirando y aún no he tocado fondo.
Palabra "tú", yacimiento,
no acaba mi sed
no acaba en tu palabra
porque te he soñado
eres fuego y te he rozado.
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Yugo pesado que arranca párpados, ésa es mi derrota.
¿No ves mi rostro? Se arrastra.
Mi rostro es el rastro de una derrota. Palabra  "derrota"
Libra una pugna sobre marea, 
palabras que ignoran sus inicios
que desconozco a mi enemigo
y aquí yazco sobre un seno apagado
y creo envejecer.
Y al instante una voz flaca me hace un gesto.
Parece iniciar una danza pero quieta retrocede para enarbolar un pequeño temblor,
un imperceptible latido,
quizás la figura de unos labios que al abrirse sonríen.
Palabra "sonrisa"
De pronto el amor es un esfuerzo por substraerse en la inocencia
de ese niño que encuentra bello el mar, la montaña,
el azul cielo, el amarillo tigre, el blanco faisán.
Pliego un entramado de "síes" y acordándome de la derrota considero este espacio el único campo de batalla.
Qué dulce, qué triste, herida, simpatía, infarto, cicatriz, desvanezco, me sobrepongo.
Esta muerte y no otra es la que me conduce a la vida.
Alacrán dorado que atraviesas sobre la espuma de un desierto tu veneno,
ven a mí y dame herida mortal
porque deseo reír, anhelo llorar,
que enamorado y entusiasta he abrazado esa parte del tiempo que es hielo.


Pacífico linde, torrente de cal,
linde de una cala dorada,
pacífica cal calcinada.
Con rumbo a la queja
la del mediodía,
de tez blanca.
Con rumbo a la injuria,
de boca criminal,
boca que muere en un aullido,
boca que es madre de mis palabras.
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He nacido salado esta mañana y me dedico a pensar el mar.
Las olas que rompen en la orilla ¿cómo de sinceras son?
A la conciencia no acuden aquellas otras más lejanas.
Cada pensamiento, cada espuma sobre la arena, cada marea,
vienen a dar contra mi frente.
El mar es un rumor.
La nostalgia es de ti.
Te traen los vientos, poniente, fría te traen,
fría nostalgia que, como el mar, es un rumor que no cesa.
Mis pensamientos no cesan.
Palabra "marea",
palabras que trae la marea,
es mi voz.
Amo la brisa que traen algunos pensamientos,
algunas mentiras también.
Ahora he teñido mi rostro. Rostro antifaz.
Hay que navegar, abandonar la orilla, olvidarla, no existe.
Y entonces ¿qué de esta nostalgia?
¿qué de esta lanza aquí clavada?
¿Vendrá a la deriva o ella perece mar adentro?
La nostalgia es un acto de contemplación;
de la distancia, cuando cae la tarde y mi cuerpo se ha enfriado
y el mar es sordo.
¿Hueles la sal de mis manos?
Escucha el rumor, escucha su silencio.