Invierno 2002


Lible, latú sal
mes de dir, lluriado embosco.
Aliatado mal, mal quejado, que al fin tú,
que al fin lible tifrón dado,
la sedia luz que timbra
tu vién sien alado
.
.          .
.
Aquí
me digo mamut de alambre u ojo astillado.
Tráfico de palabras, voces distintas en un decir que se presta a ser dicho, que deviene ocasionalmente palabra cuando no obstruido o mutilado, un decir no dicho, quizás nunca dicho o falto de decir.
Faltan voces que digan de verdad
me digo y piensoescribo pensando si me digo de verdad
si de verdad pienso lo que digo o simplemente lo arrojo,
lo abandono.
.
.        .
.
Apesta este cuaderno porque apesto yo viniendo a él. No reconozco el olor de mi semen y por mi cabeza -si es allí algún lugar- un centrifugado de máximo tonelaje me quita esperanzas. La novela ahora narra a un narrador que se narra a sí mismo en la más absoluta vergüenza. ¿A dónde le han conducido tantas palabras ingeridas? Incapaz de resistir, resiste como un cobarde y elude toda postura que se dirija a un fin concreto.
En cambio, riega piedras.
Creyó estar salvado pero creyó mal, confundió estar salvado con un pensar que se piensa otro, que se piensa libre cuando "libre" ha sido desechado hace ya tiempo de todo vocabulario.
Se trata de que no le coman a uno. Y me saborearían con gusto. ¿pero quien es ellos? Ellos soy aquí. Mi traje de alfarero, mis lecciones aprendidas, mi juego de escondite, mi travesura jamás realizada.
Sensible a ser insensible, vástago del mañana que reaparece, que siempre estuvo sin estar y que de vez en cuando suena el teléfono y es él.
Mi mirada un arco, mi sed, perdida.
Mis trapos quemados que ayer desfallezco,
que suenan impulsos que no impulsan
y suenan y suenan.
que bien me quemo
todo en mí, todo en mi todo,
salvaje vacío, salvaje que es llenarse vacío.
Quedó la amado, de ruin invento, de sien volado.
Vacía quedome la sídula, la hambrienta que raíz iriado.
Vergoña facunda, de ahí la ilisía de ver tu frón ajado
mi descubierto se
mi adiós dado
que avado llegó en blanco su escura tierra
su escura faz de guerra trovó en vano.